Desde TourCantabria, en la creación de Destinos Turísticos contemplamos siempre la dimensión transversal del turismo, apoyándonos en múltiples recursos del territorio, que pueden ser competencia de organismos, en principio ajenos a la administración pública turística.

Para áreas rurales manejamos variopintos elementos agroganaderos, geográficos, etnogastronómicos y naturales (los enlaces os conducen a algunos ejemplos en esos campos).

Especialmente, el factor ambiental es decisivo para acortar los desequilibrios entre espacios costeros e interiores. Vincular el diseño de productos turísticos al discurrir de las estaciones naturales favorece desestacionalizar los flujos turísticos y difuminar los conceptos de “temporada alta, media y baja”, lo cual es una ventaja para destinos que no sean de “sol y playa”.

Por tanto, incorporando la variable del Medio Ambiente, se opta hacia un modelo de Calidad que redundará en mayor competitividad de los destinos capaces de generar riqueza y empleo estable.

El momento actual es propicio, ya que se constata que, precisamente, una de las evoluciones del turismo gira hacia tendencias de consumo de ocio ligadas al medio natural en los cuales el recurso ambiental al que se vinculan es el motivo de su elección , el eje de su actividad y se le considera principal activo. Este hecho no pasa desapercibido para la perspicaz industria turística que se mostrará como aliada y hasta puede ser principal valedora de recursos naturales productivos (Turismo Sostenible).

Dimensionado así un Destino Turístico, su gestión ha de ser ya coherente y mantenida en el tiempo, ya que condicionará la temática y cumplirá las expectativas de la demanda.