Una visita a tierras campurrianas se redondea en el círculo goloso de sus afamadas “pantorrillas”. Típico dulce hojaldrado con nieve de azúcar.
Es común que los orígenes de los postres más populares se pierdan entre leyendas o teorías varias, pero es que la de las Pantorrillas se remonta al Origen de los tiempos, a los nietos de Noé ni más ni menos; Tubal y Tarsis, la madre del primero incluso se sitúa enterrada en algún lugar de Campoo, lo que nos sirve de introducción para estos versos de Nisio de Soto:
Tubal al dar su vista audaz a la llanura
le gustó el sitio para hacer un pueblo
(que al principio se llamó Ruin-cosa
porque era muy pequeño).
Lanzó un silbido y acudió enseguida
su adecán o sirviente o escudero,
al que pidió que de comer le diera,
orden que puso al mozo en un aprieto
pues tan sólo tenía algo de harina
que pensó en amasar; pero no habiendo
agua en aquellas alturas, una a una,
las gotas que roció recogió y luego
las fue depositando en su golea
donde amasó la harina con esmero;
del valle de Campoo pasó una moza,
miró la masa y esponjó al momento.
Coció el pastel al sol de una mañana
de agosto y resultó soberbio,
tanto que Tubal albó su gusto
y al muchacho nombró su repostero,
el cual envanecido y orgulloso
por aquel tan hermoso nombramiento,
escribió la receta en pergamino
para hacerla otra vez pero lo cierto
es que no pudo hacerlo en otra parte
por falta de ingredientes al efecto.
Esta receta se perdió y, más tarde,
la encontró VEJO allá en Totero.
¡Sepa el mundo de nuestra pantorrilla
Cuál es el origen verdadero!
Otras fuentes indican un comienzo más prosaico, casi casual, cuando un panadero olvidó la levadura para una masa de pan y la quiso aprovechar añadiendo mantequilla y moldeándola en forma de tortilla.Amasando y dándole vueltas para que la grasa láctea fuese quedando finamente entreverada con las láminas plisadas del hojaldre. Capas y pliegues.Después una forma circular de diámetro y grosor homogéneo, una nevaduca de azúcar y golpe fuerte de horno.
Cuentan que su fama viajó en tren, pues los viajeros las adquirían en las paradas del ferrocarril, para entretener el camino o llevarlas a sus casas.
La situación de Reinosa, tránsito entre meseta y mar, invita a celebrar la mitad de trayecto con una recompensa. Los fabricantes sugerían que si pasaban varios días desde su compra, poniéndolas a la plancha u horno, la pantorrilla volvía a su lustre al despertar el calor su mantequilla,….yo nunca lo comprobé, me duraban poco más que el mismo día. Hoy los industriales las venden envasadas individualmente en film plástico.
Como tampoco he intentado nunca hacerlas en casa, sé que circulan múltiples recetas y no parecen complicadas, pero qué mejor que parar en las confiterías reinosanas después de un paseo por Campoo o una esquiada en la estación de Alto Campoo. Merecido premio.
(Hablando de premios; La Peña Campurriana en Santander concede el galardón Pantortilla de Oro a personas que se hayan distinguido por su trabajo y compromiso con Campoo).
La repostería campurriana tiene otras especialidades; lazos, rosquillas,…pero ¿qué tal si las descubres por ti mismo? DulceTurismo Rural.