Una de las actividades que más me gusta practicar en el litoral, es la refrescante pesca de Erizos. Digo lo de “refrescante” porque, aunque, en principio apenas sí deberías llevarte unas salpicaduras salinas, …siempre me acabo pegando un chapuzón en un Cantábrico, que en esas fechas está que corta la tontería. Lo que siempre pesco es un buen despeje circulatorio vascular, y a veces, también a los señores Erizos, si doblego sus púas defensivas.

Estos punzantes Equinoideos, antaño, si eran muy abundantes, no se apreciaban en demasía para la mesa, llegando incluso a utilizarse como nutriente orgánico abonando huertas. Muy común también era la costumbre de machacarlos para “macizar” la zona donde se pescaba a caña para atraer peces refinados.

Actualmente tiene la consideración de marisco por lo que su captura está reservada a profesionales. Sin embargo, dada la tradición secular en Comillas, se sigue  permitiendo su pesca recreativa unas determinadas mareas al año. Con la correspondiente Licencia y dando cuenta por escrito de los ejemplares logrados, en la Villa, se mantiene la costumbre. Probablemente venga de la influencia asturiana, donde los “oricios” tienen gran predicamento generalizado y al igual que en zonas de Galicia, celebran jornadas de exaltación de éste fruto de la Mar.

En países como Francia o Japón son consumidos con fruición. La parte comestible son sus gónadas (órganos reproductores) a modo de Caviar de severo sabor yodado, y en gama de tonalidades anaranjadas, “un sorbo de Mar garganta”. No es para todos los paladares y eso no lleva arreglo, puesto, que en mi opinión, no es manjar que gane con la elaboración culinaria. Yo lo prefiero al natural, aunque también admite un susto de hervor. Los chefs desarrollan creativas recetas de sus huevas con algas, en cremas, ceviches y donde el límite es la imaginación de su talento, pero no desvirtúan la materia prima con cocciones prolongadas.

Recomendamos al respecto; el “Elogio del erizo de mar” de Juana Barría Aguiló. Editorial. TREA. Libro donde encontramos numerosas referencias en todos los aspectos de esta delicia acorazada. Su historia, gastronomía, presencia en el arte y la literatura. Como la dedicación de Neruda:

” El Erizo es el sol del mar,

Centrífugo y anaranjado

Lleno de púas como llamas,

Hecho de huevos y yodo

El Erizo es como todo el mundo:

Redondo, frágil, escondido;

Húmedo, secreto y hostil:

El Erizo es como el amor."