Nos encanta ValDeOlea, de ondulada transición entre las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y la promesa de la Meseta Castellana, recostada a la vera del Endino mientras alarga su Camesa hasta el otro mar...Olea es un óleo silvestre.Invita a un turismo sosegado, placentero y auténtico por su patrimonio y naturaleza. Vamos a dejar que Andrés Díez nos guíe en este viaje a través de su recomendable bitácora Los Colores de ValDeOlea.
"En mi valle no hay kilómetros, sólo
flores, por eso cuando se pasea por él, las conversaciones salen de colores.
En mi valle no hay pueblos, sólo casas pintadas de ilusiones.
En mi valle no hay abandonos, sólo besos que cambian de dueños.
En mi valle no hay “grandes superficies”, sólo escaparates repletos de caricias.
En mi valle no hay “diplomas”, sólo humildades en sus paredes.
En mi valle no hay poetas, sólo hombres habitados de los demás.
En mi valle no hay caminos, sólo huellas de nuestros mayores.
En mi valle no hay oraciones, sólo emociones.
En mi valle no hay herramientas, sólo abrazos
En mi valle no hay riquezas, sólo verdades sencillas.
Caminar por nuestro valle es ver crecer el jardín de las palabras".
Andrés Díez